lunes, 18 de junio de 2012

El juicio de Paris

Las bodas eran motivo de grandes fiestas en la época clásica, tanto para los mortales como para los dioses. No invitar a alguien a una boda significaba que esa persona no era considerada importante. Cuando Eris se enteró de que no la habían invitado hizo un plan que causaría un gran transtorno en la fiesta.

Esperó hasta que la boda estuvo bastante avanzada y tiró una manzana con unas frases escritas.

Zeus encargó a Hermes que guiase a las diosas ante París para que éste fallara en el pleito.Sin embargo Paris no había muerto sino que fue criada por un pastor como si fuera su propio hijo.

Cada una de las diosas ofreció a Paris su regalo, y le dieron la manzana que se suponía que se la ofrecía el gobierno de Asia. Aunque en ese momento Paris tenía relación con una bella ninfa, había oído hablar de la hermosura de Helena. Entonces le entregaron la manzana de oro.

Después del juicio, Paris regreso a Troya para competir en los juegos anuales que se celebraban en honor del hijo" muerto". Durante el desarrollo de estos juegos, se reveló la verdadera identidad del joven principe a su padre y sus hermanos y fue aceptado. Helena se enamoro de él y volvieron juntos a Troya.

La relación entre Paris y Helena dio lugar a la guerra de Troya, la guerra más larga, más brutal y más famosa de la antiguedad .

Posidón / Neptuno

Posidón , el hermano de Zeus e hijo de Crono y Rea, había aceptado a regañadientes la parcela de poder que le había tocado en el reparto del Universo. Por no haber recibido las tierras que él quería siempre estaba de peleas con su hermano, incluso se revelo contra el dios Olímpico y tuvo que construir las murallas de la ciudad con Apolo.

Después las relaciones se normalizaron y, Posidón se acostumbró a sus dominios marítimos.Fue para los griegos un dios muy importante. Por eso Posidón era un dios venerado y a la vez temido,puesto que cuando se enfadaba provocaba tempestades. Se pensaba que era se cólera la que causaba los terremotos , porque los griegos creían que se originaban en el fondo del mar.

Posidón tenía un palacio de oro en el fondo del mar, en el vivía su mujer Anfitrite. Como tenía fama de colérico, ella no quería vivir con él, pero el consiguió hacer que esta se fuese a su casa a vivir y para ello su mensajero fue fundamental.

La vida de los esposos era sosegada y feliz; muy a menudo salían a pasear juntos con su carro y su concha.

 A la cabeza del cortejo se situaba el hijo de los soberanos, Tritón, que también tenía medio cuerpo en forma de pez. Su misión era avisar de la llegada de sus padres con una caracola, esta caracola se encargaba de devolver las aguas a su cauce.

El arma preferida de Posidón era el tridente, regalado por los Cíclopes para luchar contra Cronos.  También lo usaba para hacer nacer fuentes. Podía hacer todo tipo de cosas con el mar y los vientos incluso encerrarlos en un odre y mantener el mar en calma y además con ayuda.

Tuvo Posidón numerosas aventuras, de las que nacieron en general seres monstruosos a quienes Ulises cegó su único ojo.

Peleó con los dioses y diosas por ser reconocido patrono de distintas ciudades y en general perdió siempre.

Son frecuentes sus intervenciones en los asuntos humanos entre las que cabe destacar su participación en la guerra de Troya.

Los romanos, que al igual que los griegos fueron un pueblo muy dado a hacerse a la mar y recorrer el Mediterráneo de un extremo a otro, pero lo llamaron Neptuno.

sábado, 26 de mayo de 2012

Aracne


Una doncella de humilde llamada Aracne. Sus padres eran tintoreros en púrpura y pobres. La doncella superaba, en habilidad y ligereza, a todos los tejedores mortales. Las ninfas acudían a la humilde cabaña de la joven para admirar su trabajo. Arte y pobreza. Tanto si Aracne devanaba la lana bruta como si la estriaba en hebras finas, hubiérase dicho que la mismo Palas Atenea la había enseñado,  pero no era así.

Atenea escuchaba sus jactancias con disgusto, y empuñando un báculo con mano marchita, presentó se en la cabaña de Aracne y le dijo:

“No todo son males en la vejez, con los años crece la experiencia. Así que no desprecies mi consejo. Entre los mortales, procura ganar fama de ser la mejor tejedora. Pídele perdón por tus palabras temerarias y ella perdonará gustosa a la arrepentida. “

Aracne dejó caer de sus manos la hebra y replicó con voz que temblaba de ira:

“ Eres necia, anciana. No es bueno vivir demasiado. Ve a predicar esas sandeces a tu hija, yo no necesito de tus consejos y desprecio tus amonestaciones.”

Aquellas palabras pusieron fin a la paciencia de la diosa.

Las ninfas y las mujeres lidias que se encontraban presentes cayeron de hinojos a los pies de la divinidad; sólo Aracne se mantuvo impasible, pero la joven permaneció obstinada en su resolución. La hija de Zeus, cesando en sus advertencias, aceptó el reto. Colocaron una y otra el telar en sitio distinto y se pusieron a mover con brío las hábiles manos.

Atenea bordo la peña de la ciudadela ateniense y su disputa con Poseidón por la posesión del país. Doce dioses, con Zeus en el centro, aparecían sentados. Más allá estaba la propia diosa, armada con lanza y escudo. Así bordaba Atenea su propia victoria. Pero en las cuatro esquinas ponía otros tantos ejemplos del humano orgullo que, tenía triste fin. Se veía a rey tracio Hemo con su esposa Ródope, y fueron convertidos en encumbradas montañas, vencida por Hera, se transformaba en grulla y luchaba contra sus propios hijos; finalmente, Atenea reprodujo a Ciniras llorando el destino de sus hijas que, provocaron la cólera de Hera y fueron transformadas en gradas de piedra delante de su templo. Todas estas escenas bordó en su tapíz Atenea.

Aracne en todas las figuras de su tela trataba de hacer mofa de los dioses, especialmente de Zeus. Todo esto lo rodeó de un marco de yedra con flores entretejidas, y una vez hubo terminado su obra, la misma Atenea no encontró nada que reprochar en el arete de la doncella; únicamente la ofendió el sentido impío que se desprendía de sus cuadros. Por esto desgarró con gesto airado las insolentes escenas y con la lanzadera, golpeó por tres veces la frente de la orgullosa muchacha. La desgraciada no pudo resistirlo, ató se un dogal al cuello. Colgaba ya del techo convulsamente cuando la diosa la libro del nudo asfixiante, diciéndole:

“-Vive osada” ¡Y sea éste el castigo de tu descendencia, hasta la última generación!

Y diciendo estas palabras , echó al rostro de Aracne unas gotas de una hierba mágica y se fue. En un momento desaparecieron cabellos, nariz y orejas de la cabeza de la doncella, la cual se contrajo toda ella hasta quedar reducida a un animal diminuto y repúgnate. Transformada en araña sigue practicando su antiguo arte hilando hilo tras hilo.

lunes, 14 de mayo de 2012

Atenea

Atenea es hija de Zeus y de Metis. Ésta se hallaba encinta, cuando Zeus se la tragó. Lo hizo por consejo de Urano y de Gea, a continuación tendría un hijo que arrebataría a Zeus el imperio del cielo. Cuando llegó el momento del parto, el padre ordenó a Hefesto que le abriese la cabeza de un hachazo. De la cabeza salió Atenea que profirió un grito de guerra que resonó en cielo y tierra. El lugar donde nació se sitúa generalmente al borde del lago Tritonis, en Libia.

Desempeñó un importante papel en la lucha contra los Gigantes, dando muerte a Palante y Encélado. Una vez desollado el primero, se hizo una coraza con si piel; respecto al segundo, lo persiguió hasta Sicilia, donde lo inmovilizó arrojándole encima toda la isla.

En la Ilíada participa en la lucha al lado de los aqueos. También protege a Heracles en el combate y le concedió también las castañuelas de bronce con que asustó las aves del lago Estinfalo. En pago, Heracles le dio las manzanas de oro de las Hespérides cuando Euristeo se las hubo devuelto.

En la Odisea, Ayudó a Ulises a volver a Ítaca adoptando la figura de varios mortales. También envía sueños a Nausícaa para sugerirle que vaya al río a lavar la ropa justo en el día en que sabe que Ulises abordará en la isla de los feacios. Le confiere además una belleza sobrenatural para impresionar a la joven en aquel encuentro, que ha de proporcionar a Ulises un barco para regresar a su casa. Ruega a Zeus a favor de su protegido y es quien provoca la orden dada a Calipso de dejar libre a Ulises y procurarle el medio de hacerse nuevamente a la mar.

Había dedicado su talento a las artes de la paz entre otras más como regalo que había hecho en el Ática para merecer que su pueblo la reconociese como soberana. No obstante, antes de ello se disputó con Poseidón para la soberanía, y cada uno trató de ofrecer al país el mejor regalo para acrecentar sus méritos. Poseidón hizo surgir un lago salado en la Acrópolis de Atenas; Atenea hizo que brotase allí un olivo. Los doce dioses confirieron la victoria a Atenea, y con ella el poder sobre el Ática.

Atenea permaneció virgen, pero se cuenta que tuvo un hijo. Hbía ido a visitar a Hefesto en su fragua para procurarse armas quien habá sido abandonado pos Afrodita. Atenea huyó pero Hefesto logró alcanzarla y la cogió en brazos. En su desea, Hefesto mojó la pierna de la diosa, se secó con lana y tiró la inmundicia al suelo. De la tierra así fecundada nació Erictonio, lo educó y quiso hacerle inmortal; lo encerró en un cofre, guardado por una serpiente, y lo confirió a las hijas del rey de Atenas.

lunes, 23 de abril de 2012

Danaides

Dánao y su hermano Egipto son descendientes de Ío, amante de Zeus, el cual la había metamorfoseado en vaca para eludir las sospechas de su esposa Hera, aunque a pesar de todo debió de huir debido a la persecución a la que castigó ésta, encontrando finalmente refugio en tierras egipcias. Egipto tiene cincuenta hijos; Dánao, cincuenta hijas, las Danaides. Entre los dos hermanos surgen tensiones, porque Dánao rechaza un matrimonio entre sus hijas y los hijos de Egipto. Dánao huye con sus hijas a Argos y se pone bajo la protección del rey Pelasgo. Para librarse de la persecución de los cincuenta hijos de Egipto, Dánao consiente finalmente un matrimonio con sus cincuenta hijas, pero el día de la boda entrega un puñal a cada una de ellas para matar a sus esposos durante la noche de bodas. Todas sus hijas obedecen esta orden, excepto Hipermestra, que perdona la vida a su esposo, Linceo.
Los relatos difieren sobre el destino de las otras 49 Danaides. Según  algunos autores se quedan solteras, y según otros son otorgadas en matrimonio a los vencedores de los concursos atléticos convocados especialmente  para ello. También se señala que finalmente son asesinadas por Linceo, que así venga a sus hermanos.
Las Danaides fueron condenadas tras su muerte al castigo eterno de echar agua en vasos sin fondo, posiblemente porque no habían querido resignarse a un matrimonio con los hijos de Egipto.

Sísifo

Sísifo, hijo de Eolo, se casó con una Pléyade llamada Mérope, la hija de Atlas, y de esta unión nacieron Glauco, Ormitión y Sinón.

En una ocasión después de que Zeus raptara a una bella muchacha llamada Egina, su padre, el dios-río Asopo, vino a Corinto en su búsqueda. Sísifo sabía muy bien  lo que había ocurrido con Egina, pero no quiso revelar  nada si Asopo no se comprometía a proveer la ciudadela de Corinto de una fuente perenne.Así pues, Asopo hizo brotar la fuente Pirene: entonces Sísifo le dijo todo lo que sabía.
Zeus, que había escapado por poco a la venganza de Asopo, mandó a su hermano Hades que se llevara a Sísifo  al Tártaro y le castigará eternamente pero haber revelado secretos divinos. Pero Sísifo no se dejó acobardar: con gran astucia esposó al propio Hades persuadiéndole a que le demostrara cómo se utilizaba las esposas, y cerrándolas rápidamente después. De este modo Hades fue hecho prisionero y permaneció como tal en casa de Sísifo durante algunos días hasta que por fin Ares llegó apresurádamente, lo liberó, y puso a Sísifo en sus garras.
Sin embargo, Sísifo se reservó otro truco. Antes de descender al Tárrtaro, dio órdenes a su esposa Mérope de no enterrarle; cuando llegó al palacio de Hades se dirigió inmediatamente a Perséfone y le dijo que, como no había sido enterrado, no tenía ningún derecho de estar allí, sino que deberían haberle dejado en el otro lado de la laguna Estigia.
      - Déjame regresar al mundo superior - suplicó- para arreglar mi entierro y vengarme de la desatención         que me han mostrado. Mi presencia aquí no es conforme con la ley. Regresaré antes de que pasen tres días.

Perséfone se dejó engañar y le concedió su ruego; pero en cuanto Sísifo volvió a encontrarse bajo la luz del sol, saltó a la promesa hecha a Perséfone. Finalmente Hermes fue enviado a hacerle regresar por la fuerza.

Entonces se le dio a Sísifo un castigo ejemplar. Los jueces de los Muertos le enseñaron un enorme bloque de piedra - idéntico en su tamaño a la roca en que se había transformado Zeus cuando huía de Asopo - y le ordenaron que lo hiciera rodar cuesta arriba hasta la cima de un monte, dejándolo caer por la otra ladera. Hasta ahora no ha logrado hacerlo. En cuanto está a punto de alcanzar la cumbre, se ve obligado a retroceder, por el peso de la malvada piedra, que vuelve a caer, dando saltos, hasta abajo del todo; y allí, abatido por el cansancio, la recoge y tiene que empezar de nuevo, aunque el sudor baña sus brazos y sus piernas, y una nube de polvo se alza sobre su cabeza.
Mérope, sintiéndose avergonzada por ser la única Pléyade con un marido en el mundo Subterráneo - y además, un criminal- abandonó a sus seis hermanas estrelladas en el firmamento nocturno y no se la ha vuelto a ver jamás.

martes, 17 de abril de 2012

Ixión

Ixión, hijo de Flegias, el rey lapita, acordó casarse con Día, hija de Deyoneo. Después de invitar a Deyoneo a un banquete, preparó una trampa delante del palacio bajo la cual ardía un gran fuego de carbón en el que el confiado Deyoneo cayó y se quemó. Zeus, que solía ponerse tan mal como él cuando estaba enamorado, no sólo purificó a Ixión, sino que le invitó a comer a su mesa.

Ixión era un desagradecido, y planeó seducir a Hera; pero Zeus, adivinado sus intenciones, formó con una nube a una falsa Hera, llamada Néfele, con la que Ixión, demasiado ebrio ya para darse cuenta del engaño, tuvo relaciones. Fue sorprendido, entretanto, por Zeus, quien ordenó a Hermes que lo azotara despiadádamente y lo atara luego a una rueda de fuego que daba vueltas sin cesar por los cielos.
La falsa Hera le dijo a Ixión un niño inútil llamado Centauro, de quien se dice que, cuando llegó a la edad viril, engendró centauros equinos en yeguas magnesias, de los cuales el más célebre fue el sabio Quirón, educador de Aquiles.

En la Edad Media y en la época moderna, Ixión es la personificación de uno de los pecados capitales, Luxuria, la lujuria. A menudo se le representa en combinación con Sísifo y Tántalo.