martes, 14 de febrero de 2012

EL MITO DE CALISTO

Calisto era una bella ninfa. Como era una fiel seguidora de Diana, Calisto había prometido no amar a ningún hombre.Estaba entregada y a la vida salvaje. En sus manos llevaba una jabalina o un arco.Era la más protegida por Diana y su más frecuente compañera; pero ningún privilegio es duradero.

Zeus a pesar de que estaba casado con la diosa Juno, era un dios con el corazón inquieto. Siempre estaba persiguiendo y conquistando con los más ingeniosos y variados engaños a las jóvenes más hermosas.

Juno, esposa de Zeus, era muy celosa, ya que su marido siempre estaba cortejando a otras mujeres.

Un día, Zeus, vio a Calisto cuando volvía de la cacería junto a las otras ninfas del séquito de Diana, y al instante se enamoró de ella; sin pensárselo dos veces, se hizo presente junto a la ninfa y le dijo:

-"Doncella que formas parte de mi cortejo,¿en qué bosques has estado cazando?"

Viendo a la diosa que adoraba; Calisto la saludó con veneración y comenzó a relatar le sus mejores cacerías.
Júpiter conversó hasta verla totalmente confiada y luego se transformó nuevamente en sí mismo. Ante la sorpresa de la ninfa, la besó.

Esto le resultó impropio a Calisto. Trató de zafarse de mil modos, pero no lo logró y cayó bajo los iinflujos del amor divino del supremo.

Una noche en que Diana y las ninfas se bañaban en un manantial, Calisto fue invitada a abañarse con el grupo. Ella intentó evitarlo para que no se viera su vientre redondo; pero la diosa le ordenó entrar al agua.

Al ver su embarazo, la diosa entendió que Calisto había traicionado la promesa que había hecho como fiel seguidora suya. Entonces le dijo Diana:

-"Vete lejos de aquí".

Y Calisto tuvo que huir. Al saber Juno que Calisto había dado a luz a un niño sano y fuerte al que había llamado Arcas, sintió que su vengativa paciencia había llegado al limite y se dirigió a la ninfa:

-"No quedarás impune, porque te voy a quitar esa figura por la que te gustas a ti misma, descarada, y gustas a mi marido".

Juno la tendió boca abajo en la tierra. La joven extendía sus brazos; pero la diosa no cedió. Y la convirtió en un oso.

Mientras Calisto vagaba como osa por los bosques, el tiempo fue pasando también para Arcas, que cumplió quince años sin saber qué había sido del destino de su madre y deseando siempre haberla conocido.

Un día, estaba el muchacho eligiendo un lugar apropiado para cazar en el monte Erimanto y fue visto por su madre. Conmovida por esta aparición, Calisto no puedo contenerse y se aproximó a su querido hijo.

Arcas huyó asustado; el joven se dispuso a atravesar le el pecho con su mortífera lanza.

Júpiter,que veía lo que estaba sucediendo, impidió el crimen. Con su poder ilimitado, envió un torbellinno que arrancó a madre e hijo de la tierra, los transporto al espacio. Allí, Calisto y Arcas se transformaron en dos constelaciones de estrellas brillantes, Osa Mayor y la Osa Menor.

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