martes, 14 de febrero de 2012

VENUS Y ADONIS

Había una vez en Asia Menor un rey llamado Tías, el cual había fanfarroneado que su hija Mirra era más hermosa que la propia Afrodita.Cuando llegó la noticia a oídos de Afrodita, ésta se enfadó mucho pues se preguntaba cómo una simple mortal se podía comparar con una divinidad como ella; se vengó de la inocente muchacha inculcándole un irresistible deseo por su padre. Por ello, Mirra durmió doce noches seguidas con su padre. Pero cuando a la duodécima, éste descubrió el incesto, armado de su cuchillo, persiguió a su hija con el fin de matarla.Ella;asustada, pidió ayuda a los dioses:

-"Oh, dioses he merecido y no rechazo el triste suplicio. Pero para no ultrajar viviendo a los vivos y muerta a los muertos, expulsad me de ambos reinos y negad me, una vez transformada, tanto la vida como la muerte.

Así  habló a las divinidades y la convirtieron en un árbol, en de la mirra. Tras nueve meses se resquebrajó la corteza y nació un niño, Adonis.

Afrodita, conmovida por la belleza del niño, encargo su cuidado y lo confió  temporalmente a la diosa del mundo subterráneo, Perséfone. Pero ésta se quedó también prendada de la belleza del muchacho y se negó a devolverlo a Afrodita. Así se decidió que Zeus y Orfeo decidieran qué la diosa debería quedarse con Adonis. El joven se quedaría un tercio del año con la diosa de la belleza, otro tercio con Perséfone y el restante tercio lo pasaría donde el quisiese. Sin embargo, Afrodita, consiguió persuadir a Adonis para que permaneciera dos tercios del año con ella, para desagrado de la otra deidad. Así Adonis fue creciendo y pronto se convirtió en un hermosísimo joven que pasaba gran parte del día en los bosques practicando su afición favorita, la caza. Afrodita, cautivada por la belleza de aquel muchacho abandonó sus quehaceres habituales hasta el punto de que ni siquiera acudía al Olimpo junto a los otros dioses. Así pues, en lugar de aumentar su belleza cuidándola , va errante por los montes, por los bosques y por las peñas llenas de matorrales, con la ropa recogida hasta la rodilla...En una palabra, actúa como si se tratara de la diosa de la caza, Ártemis. Afrodita previendo su muerte intento ponerle en  guardia sobre los peligros que acarreaba la cacería:

-"Sé valiente con los animales que huyen; contra los audaces, la audacia no proporciona seguridad".

Después de aconsejarle todo esto se fue. Casualmente los perros, siguiendo la huella de una presa segura hicieron salir de su escondrijo a un jabalí y el joven lo atravesó ensartándolo con su lanza, mientras intentaba salir del bosque de forma desesperada; el feroz jabalí comenzó a perseguir a Adonis, que intenta escapar de la fiera. Sin embargo, el animal le clava todos los dientes bajo la ingle y lo derriba moribundo en la rojiza arena.

La nacida de la espuma del mar aún no había llegado a su destino cuando reconoció desde lejos el gemido de su amante que estaba apunto de expirar, cuando desde lo alto del cielo lo vio sin vida rodeado por su propia sangre, saltó y salió corriendo hacia dónde se encontraba Adonis. La diosa sin mirar donde pisaba, se clavo una espina en el pie y su sangre dio color a las rosas, la rosa se volvió roja. Una vez junto a su amado, se arrodillo junto a él. Allí permaneció mucho tiempo lamentando la muerte de Adonis.

Se dice que afrodita roció con néctar la sangre derramada, la cual se hinchó y tras una hora surgió una flor del mismo color que la sangre, la anémona. Sin embargo, la vida de esta nueva planta es corta, pues el viento la arranca por su escaso peso.

Venus, instituyo una fiesta fúnebre, que las mujeres celebraban todos los años en primavera: en cualquier lugar plantaban semillas, que regaban con agua caliente para que brotasen rápidamente. Estas plantaciones se llamaron jardines de Adonis. Las plantas morían a poco de haber salido de la tierra, simbolizando la suerte de Adonis, y las mujeres prorrumpían en lamentos rituales por el destino el joven amado de Afrodita.

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